“...En el ámbito docente hace falta todavía mucha información y formación sobre este trastorno. El niño con TDAH desconcierta, porque parece listo pero muestra reacciones tan inmaduras que al profesor le resulta difícil creer que no se trate de descaro, holgazanería o falta de límites educativos. Para los profesores de niños de más de 12 años que sufren TDAH, es muy difícil. A esta edad el niño, frustrado y desmotivado, comienza a tirar la toalla y no quiere enfrentarse a aquello que sistemáticamente le lleva al fracaso. Los profesores los identifican como niños que no quieren trabajar, y es totalmente cierto, pero muchos de ellos creen que este es un rasgo de personalidad que hay que combatir con exigencia, olvidando que es una actitud aprendida y secundaria debida a dificultades específicas de base biológica y a una importante historia de fracaso personal".
Extracto de la interesante entrevista a Isabel Orjales, doctora en Pedagogía, realizada por Marta Vázquez-Reina para Consumer Eroski.